5 razones por la que los niños también pueden jugar con muñecas (2 of 4)

2. Creatividad e imaginación

Una muñeca puede ser cualquier cosa para un niño (su hermanita, su amiga, su compañera de clases, etc.). Esto le permite al niño desarrollar su creatividad al idear escenarios imaginarios. Al fomentar esto desde una edad temprana, el niño podrá explorar qué le gusta y qué no, lo que le da un sentido de su propia personalidad. Usualmente, los juguetes destinados a los “varones” tienen un uso bastante específico: el carro que rueda, el soldadito que lucha, el balón para patear, etc., por lo que las muñecas (o muñecos) le dan mayor libertad para imaginar situaciones más amplias y compartir con niños de cualquier género.

3. Empatía y habilidades socioemocionales

El mundo de los adultos puede parecer inmenso a los ojos de un niño, haciéndolo sentir pequeño y abrumado por sus emociones y sentimientos. Jugar con muñecas puede ayudarlo a comprender y manejar esas emociones a través de los juegos de rol. Por ejemplo, pueden imaginar una situación que les ha molestado e intentar resolverla (mucho mejor si un adulto le acompaña y apoya). Esto es lo que hace que los niños aprendan empatía y entiendan cómo sus acciones y palabras afectan a los demás. El juego con muñecas activa partes del cerebro que permiten a los niños habilidades de procesamiento social. Ya sea solo o con otras personas, pasar más tiempo en mundos imaginarios permitirá a los niños adquirir las habilidades que necesitarán más adelante en la vida.