Paso a paso: la forma más fácil de cortar una piña

La piña no solo es deliciosa, sino saludable. Es alta en fibra y es una excelente fuente de vitaminas A, B6, C, E y K, así como de calcio, hierro, potasio y zinc. Las propiedades antiinflamatorias de esta fruta son altamente conocidas. También mejora el sistema inmune y sus enzimas ayudan a facilitar la digestión. Sin embargo, muchas personas se abstienen de comprarla (o prefieren las versiones enlatadas menos saludables) porque creen que el proceso de pelarla y cortarla es difícil. Ciertamente requiere de algunos pasos adicionales que otras frutas no necesitan, pero en realidad es fácil. Solo tienes que seguir esta guía paso a paso.

1. Elegir la piña adecuada

Primero lo primero. Es importante que sepas cómo elegir una buena piña, lista para cortar. Fíjate en el color externo: debe ser un tono amarillo dorado, que no esté muy verde, porque en ese caso no está madura. Sin embargo, no la elijas demasiado anaranjada o marrón, porque significa que está demasiado madura y seguramente tendrá partes dañadas. Aprieta suavemente la piña, y si se hunde un poco, está buena. Si la sientes muy dura, no está lista. También debe tener un aroma ligeramente dulce y las hojas deben estar verdes. Un truco es que, cuando la piña está perfecta, podrás desprender fácilmente una de sus hojas centrales. Otra buena idea es investigar cuál es la mejor época de cosecha de piñas en tu zona.

2. Corta los extremos

Coloca la piña en una tabla de picar y, con un cuchillo afilado, corta la punta de ambos extremos para remover la corona y la base. Recuerda que son apenas un par de centímetros; no vayas a perder mucha pulpa. De esta forma estarás creando una base plana para que la piña se mantenga mientras la pelas y cortas a los lados. Un consejo: no uses un cuchillo de sierra, pues con esto se “maltrata” la carne de la piña y perderás mucho jugo.