14 CONSEJOS CIENTÍFICAMENTE PROBADOS PARA QUEMAR GRASA CORPORAL DE FORMA RÁPIDA Y FÁCIL (2 of 5)

Intenta dormir más

Uno de los aspectos más cruciales para mantener su salud es dormir lo suficiente todos los días. Solo con ir a la cama un poco temprano y levantarse un poco tarde puede ayudar a quemar grasa significativamente. Varios estudios han demostrado esta correlación entre dormir bien y perder peso.

Por ejemplo, un estudio realizado en más de 68 mil mujeres descubrió que las que dormían menos de cinco horas diarias durante un período de dieciséis años tenían más riesgo de un aumento de grasa corporal en comparación con las mujeres que dormían por más de 7 horas todas las noches.

Del mismo modo, otra investigación reveló que un sueño profundo que no duraba menos de siete horas cada noche reducía las posibilidades de aumentar de peso en más del 33%. Esta investigación se llevó a cabo en un grupo de treinta y tres mujeres durante un período de seis meses.

Del mismo modo, otra investigación muestra una correlación entre la falta de sueño con la activación de las hormonas del hambre, lo que conduce a un aumento de peso.

Y aunque los requisitos de sueño de cada persona pueden variar, la mayoría de los estudios muestran que dormir al menos ocho horas cada noche es crucial para mantener una salud óptima.

Por lo tanto, si deseas deshacerte de ese exceso de grasa corporal, debes dormir a tiempo y asegurarte de no consumir demasiada cafeína, o usar demasiado los dispositivos electrónicos, ya que puede afectar drásticamente tu ciclo de sueño.

Agrega grasas saludables a tu dieta

La mayoría de las personas pueden asociar la grasa con algo indeseable, pero esa es la forma incorrecta de verlo. Nuestro cuerpo necesita grasa, necesita el tipo correcto de grasa, también conocida como la grasa buena.

El aumento del consumo de grasas buenas (o saludables) ayuda a tu cuerpo a funcionar de manera saludable y te mantiene lleno por más tiempo, lo que también ayuda a prevenir cualquier aumento de peso. Esto se debe a que las grasas suelen ser difíciles de digerir, lo que te mantiene lleno durante más tiempo y reduce el apetito.

Un estudio que se centró en la dieta mediterránea mostró cómo la dieta tiene muchas grasas saludables, como las grasas saludables derivadas de las nueces y el aceite de oliva, lo que reduce significativamente las posibilidades de tener sobrepeso.

Un estudio similar descubrió que en los casos en que las personas tomaban un par de cucharadas de aceite de coco todos los días en sus alimentos, terminaban perdiendo más grasa corporal que las personas que consumían aceite de soja.

Sin embargo, como dijimos, debes concentrarte en el tipo correcto de grasas para obtener resultados saludables. Las grasas como las grasas trans aumentan la grasa corporal, la grasa del abdomen y afectan tu salud de manera negativa en general.

Algunos de los tipos saludables de grasas incluyen aceite de oliva, aguacate, aceite de coco, semillas y nueces. Sin embargo, debes tener cuidado con la cantidad de grasas saludables que consumes por día, ya que pueden ser relativamente altas en calorías y eso puede ser contradictorio.

Resumen – las grasas tardan más en digerirse y, por lo tanto, reducen el apetito y te mantienen lleno por más tiempo. Una ingesta regular de grasas saludables previene un aumento de peso significativo y también reduce la grasa del vientre.

Agrega fibra a tu dieta

La fibra es otro tipo de alimento importante que debe estar en tu dieta si deseas perder peso rápidamente. La fibra soluble es buena para absorber agua, y la velocidad a la que se mueve a través del tracto digestivo es bastante lenta, lo que ayuda a mantenerte lleno durante más tiempo.

Según estudios recientes, aumentar la cantidad de fibra que consumes diariamente puede ayudar a reducir la grasa y también a prevenir el aumento de peso.

Otro estudio que se realizó en un grupo de más de mil cien personas encontró que por cada aumento de diez gramos de fibra en la dieta, los participantes encontraron una disminución en el 3.7% de la grasa del vientre durante un curso de cinco años; sin ningún cambio en su rutina de ejercicio o dieta.

Otro estudio encontró que las personas que consumían más fibra se sentían llenas por más tiempo y no sentían hambre con demasiada frecuencia. Además, un aumento de solo 14 gramos de fibra al día mostró una disminución directa del 10% de la ingesta total de calorías de estos participantes.

Y para hacerlo aún mejor, incluso perdieron 2 kg de peso en un curso de cuatro meses, sin cambiar su rutina de ejercicios o dieta.

Algunas de las buenas fuentes de fibra que puedes considerar agregar a tu dieta incluye legumbres, frutas, verduras, nueces, granos enteros y semillas.

Resumen – un aumento en la ingesta de fibra ayudará a eliminar el exceso de grasa, reducirá la ingesta de calorías y ayudará a controlar tu peso.