Nadie habla de este lado del matrimonio —Hasta que escuchas a tu esposo decir eso
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Llevamos 10 años casados y yo juraba que lo nuestro estaba firme. Sí, la vida cansa: las cuentas no paran de llegar, las niñas pelean por todo, y a veces extraño al hombre que mi esposo solía ser. Pero nada me preparó para la pelea del fin de semana pasado. Estábamos en la cocina, con las voces filosas y el cansancio encima, cuando por fin dije que no podía pasar por otro embarazo. Él se quedó en silencio, me miró directo a los ojos y soltó algo terrible…
Jamás pensé ser la clase de mujer que escribe algo así, pero aquí estoy. Casi 10 años de matrimonio, dos hijas preciosas, una casa por la que sudamos toda la vida… y, aun así, parece que no alcanza.
Empezó de a poco. Comentarios sueltos, como quien no quiere la cosa. Cuando estaba embarazada de nuestra segunda hija, mi esposo se reía y decía: “A la tercera va la vencida”. Yo lo dejaba pasar, creyendo que bromeaba, aunque alcanzaba a ver ese destello en su mirada cada vez que la ecografía mostraba rosa en lugar de azul.
Al principio pensé que era un sueño inofensivo. Muchos hombres quieren un hijo para echarse unos pases con el balón, ¿no? Pero los chistes nunca pararon. Se volvieron más filosos, más pesados. En las cenas familiares soltaba cosas como, “Quizá algún día por fin tenga mi hijo varón.”Nuestras hijas soltaban risitas, sin captar lo que quería decir. Yo sonreía con los dientes apretados.