6 razones por las que tu cuerpo está estresado (y cómo solucionarlo) (2 of 4)
Advertisement
Tus estándares son imposibles de alcanzar
Los perfeccionistas tienden a ser muy rígidos en su pensamiento y comportamiento, y mantienen expectativas poco razonables hacia sí mismos y hacia los demás. Para aclarar: hay una diferencia entre exigir perfección y buscar la excelencia; lo segundo implica mantener una actitud positiva y encontrar soluciones constructivas al enfrentar los retos de la vida. Los perfeccionistas no toleran a quienes no cumplen sus altos estándares y con frecuencia se sienten llenos de autodesprecio cuando creen haberse fallado. Se exigen hasta el agotamiento y, como consecuencia, pueden desarrollar problemas físicos y mentales serios.
La solución:Para superar la mentalidad perfeccionista, primero debes dejar de equiparar la “perfección” con el trabajo duro y la perseverancia. A veces, por más que te esfuerces, las cosas no salen como planeaste. Descubrirás que hacer bienes más que suficiente para hacer bien el trabajo.
Sientes una sensación de urgencia por el tiempo que no está justificada
La urgencia temporal es esa sensación persistente de que cada tarea tiene que terminarse ya, aunque no sea necesario. El apuro nace de la creencia equivocada de que terminar antes que los demás es la máxima prueba de éxito, aunque sea a costa de la calidad. Esa prisa constante se filtra en la vida diaria: comen sin saborear, se mueven de un punto a otro como si siempre fueran a la carrera. Este estilo de vida hiperactivo termina provocando consecuencias físicas, emocionales y sociales que pueden volverse insoportables.
La solución:Tu actitud de “vivir en la vía rápida” en todo no funciona a largo plazo. Baja el ritmo. Aprende a vivir el presente. Encara las tareas con calma y concentración, priorizando hacerlas bien en lugar de hacerlas rápido.