¿Sabes qué es en realidad la inteligencia? (3 of 3)
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Múltiples inteligencias
Esta es, quizás, una de las teorías más extendidas y aceptadas. Es la que nos explica, por ejemplo, por qué algunos niños son excelentes dibujando y malos en matemáticas, o viceversa, y por qué muchas veces el sistema educativo tradicional no funciona para todos. La teoría de las inteligencias múltiples fue desarrollada por el psicólogo estadounidense Howard Gardner. Según él, cada persona tiene ocho tipos de inteligencia, pero desarrolla algunas más que otras. Gardner habla de la inteligencia lingüística, esa que tienen las personas que, por ejemplo, aprenden nuevos idiomas fácilmente; inteligencia matemática, caracterizada por la capacidad de ver patrones numéricos y usar la razón y la lógica; inteligencia musical, que entiende el ritmo y los tonos; inteligencia kinestésica corporal, que tiene una alta capacidad de controlar los movimientos y desempeñar tareas físicas; inteligencia especial, que tiene una alta percepción de la relación entre los objetos; inteligencia interpersonal, que entiende y es sensible a los estados emocionales de los demás; inteligencia intrapersonal, que puede entender sus propios sentimientos y motivaciones y usarlos para alcanzas sus metas; y la inteligencia naturalista, que tiene una alta capacidad de apreciar el mundo natural e interactuar sus especies.

¿Se puede medir?
Ahora que dimos un vistazo a las teorías más extendidas (porque existen muchas otras, por si quieres seguir investigando), ¿es posible medir el nivel de inteligencia de una persona? Quizás pienses inmediatamente en pruebas generalizadas, como la de cociente intelectual (IQ test). Esta prueba fue desarrollada a inicios del siglo XX por el psicólogo francés Alfred Binet con el objetivo de determinar qué niños tenían más probabilidades de tener éxito en la escuela. Con los años, el test fue adaptado y ahora se usa para medir el cociente intelectual de niños y adultos por igual. La controversia con esta prueba, y con muchas otras, en realidad, es que la inteligencia de una persona puede cambiar con los años, o con las situaciones que enfrenta, e incluso dependiendo del tipo que tenga, como indicaron Strenberg y Gardner. Además, muchos de estas pruebas también toman en consideración la rapidez. Si dos personas responden correctamente una pregunta, pero una lo hizo en menos tiempo, la prueba le da un mayor puntaje. Ahora, quizás en ese momento la persona que se tardó más estaba distraída. ¿Sería esto un resultado preciso? Todo es relativo.