Los estudios demuestran que las parejas más felices hacen esto

Aunque todas las relaciones tienen sus altibajos, los altos deben ser mayores que los bajos en las relaciones si queremos que éstas sean felices y sanas. Para que eso ocurra, hay varios componentes que contribuyen a que estas relaciones sean saludables. Cosas como confiar en el otro, comprometerse con el otro y respetar las decisiones del otro (aunque no siempre estemos de acuerdo).

Todas estas son cosas comunes que muchas personas que ofrecen consejos sobre las relaciones de pareja exponen. Sin embargo, hay un estudio que ha salido recientemente que muestra que hay otros factores esenciales que no se han mencionado tanto. Este rasgo en particular es un mayor sentido de poder personal.

¿Qué tiene de bueno el poder personal?

Para entender por qué esto es un gran problema, merece la pena analizar este estudio con más detalle. Investigadores de la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg y de la Universidad de Bamberg hablaron con 181 parejas heterosexuales que llevaban una media de ocho años juntos y un mínimo de un mes de convivencia.

Estos participantes – que oscilan entre los 18 y los 71 años – respondieron a una serie de preguntas relacionadas con diversos aspectos de su relación. Aspectos como la confianza, la satisfacción sexual, los sentimientos de coacción y opresión, y el compromiso y la voluntad de hacer crecer la relación.

Una vez contestadas estas preguntas, los investigadores recopilaron las respuestas y buscaban responder a una pregunta concreta: cómo influye el poder real y el percibido en la dinámica de las relaciones. También calcularon el equilibrio de poder para determinar hasta qué punto los rasgos de cada miembro de la pareja eran también similares entre sí.

Al final, los investigadores concluyeron que las parejas más felices eran las que tenían un alto sentido del poder personal. Según el estudio, el poder tiene que ver con que la persona sea capaz de influir en el otro, así como de resistir los intentos de los demás de influir en ti. En el contexto de las relaciones de pareja, se reduce a poder sentir que eres capaz de tener la oportunidad de decidir sobre varios asuntos que valoras en tu relación.

El poder personal no consiste en llevar los pantalones en la relación

A partir de esta descripción, es fácil pensar que hay que tener un equilibrio de poder en todas las cosas para tener una relación sana. Esto no es exactamente así, ya que un reparto de poder al 50% no es tan sencillo de conseguir ni garantiza la satisfacción.

En realidad, el poder personal es una cuestión de creencias. Encontramos satisfacción en nuestro nivel de poder personal percibido que creemos tener en una relación para ser felices.

Algunas personas se conforman con tener menos, mientras que a otras les gustaría tener más.

Además, este poder personal puede ser aún más confuso, ya que una pareja hambrienta de poder podría hacer que las cosas funcionen sin sentir que se pisan constantemente.

La doctora Astrid Schütz, una de las co autoras del estudio, lo explica así:

“Quizá este sentimiento se extiende a diferentes aspectos de la relación. Mientras que la mujer puede querer decidir dónde ir de vacaciones, el marido elige dónde ir a cenar”.

De esta afirmación se desprende que para que ambas personas se sientan felices y contribuyan, ambas necesitan tener oportunidades para tomar decisiones sobre su vida compartida que valoren. Si no es así, no habrá mucha satisfacción.

No es necesario estar tomando constantemente todas las decisiones, sino ser capaz de tomar decisiones sobre las cosas que te importan en la relación o el matrimonio.