Antes, tú y tu pareja se desvelaban hablando de lo que fuera, riéndose de chistes internos y atesorando esos instantes chiquitos que se sentían enormes. Pero, de pronto, esos momentos dejaron de pasar. La casa se volvió más silenciosa. Ahora solo conversan sobre la cena, las cuentas y quién lleva a los niños a la escuela mañana. Te preguntas qué pasó con la intimidad que antes los mantenía unidos. Parece que fue hace siglos. Si hoy tu pareja se siente más como un simple compañero de cuarto que como el amor de tu vida, no eres la única persona. La buena noticia: no está todo perdido. Sí pueden reconectar y volver a construir una relación sólida, juntos. Solo hace falta bajar el ritmo y volver a empezar.
Desconectarse no significa que el amor se terminó
La desconexión en relaciones de largo plazo es muy común. Eso no quiere decir que ya no se amen. Muchas veces, la conexión queda enterrada bajo capas de estrés, rutina y cansancio emocional. La relación puede sanar, pero va a requerir paciencia y disposición de ambos para trabajar en ella.