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7 cosas que le pasa a tu cuerpo cuando comes mucha comida picante
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Esa sensación de ardor en la boca y garganta y el goteo nasal que sentimos cuando comemos algo muy picante, se debe a un compuesto llamado capsaicina. Esta activa los nociceptores de nuestro organismo, que hacen que sintamos todas esas señales que le advierten al cerebro que hay un daño o peligro. Para mitigarlo, el cuerpo comienza a sudar. Esta es la principal reacción física del consumo de picante. Pero no te asustes, es normal. Comer alimentos picantes tiene efectos positivos, pero el exceso puede ser perjudicial. Conoce estas 7 cosas, buenas y malas, que le pasa a tu cuerpo cuando los consumes.
1. Pudieras experimentar problemas estomacales
Si tienes el estómago sensible, quizás comer comida picante no es buena idea. La capsaicina es irritante y puede causar problemas como diarrea y gastritis temporal. El picante por sí solo no causa úlceras, a diferencia de lo que muchos creen, pero puede empeorar los síntomas de úlceras ya existentes. Si tienes problemas como síndrome de intestino irritable, celiaquía, colitis o enfermedad de Crohn, ten cuidado. Los pimientos también tienen ácidos que, en exceso, afectan las paredes del estómago, causando acidez.
2. Pudieras perder peso en el tiempo
El picante no es una pastilla milagrosa para adelgazar, pero diversos estudios señalan que cuando las personas consumen capsaicina, queman hasta 50 calorías más por día, porque este componente potencia la termogénesis del cuerpo (el proceso mediante el cual quemamos grasa y energía). El picante tiene beneficios sobre la salud metabólica y las investigaciones han visto los efectos en individuos obesos. Aunque estos estudios han sido con dosis en forma de píldoras, puedes agregar picante de vez en cuando a tu dieta para una ayudita extra.
3. Pudieras sufrir insomnio
Comer comida picante en la noche puede dificultar el lograr una noche de sueño reparador. Un estudio publicado por el International Journal of Psychophysiology señala que a un grupo de individuos se les dio salsa picante en la cena y después no pudieron dormir bien. Al parecer, esto se debe a que la capsaicina eleva la temperatura corporal (termogénesis), lo que dificulta el descanso nocturno. Además, sus efectos en la digestión pudieran hacer que el sueño sea intranquilo.
4. Tus papilas gustativas sufrirán
Independientemente de si te guste el picante o no, el efecto es el mismo: la lengua es la primera en sentir las consecuencias. Ese ardor en la lengua no es solo una sensación, sino que es una quemadura real. Leve, pero real. Por ello, tras comer algo muy picante, no podrás distinguir bien los diferentes sabores, pero esto es temporal, no te preocupes. A menos que comas demasiada comida picante a diario, por un tiempo prolongado, tus receptores gustativos se recuperarán rápido.
5. Tu sistema inmune se potenciará
En su mayoría, los alimentos picantes están llenos de antioxidantes y componentes antiinflamatorios que ayudan al sistema inmune a combatir infecciones y gérmenes. Todo esto se lo deben a la capsaicina, así que es buena idea añadir algo de picante a tu dieta en la temporada de gripes y resfriados. Además, los chiles y pimientos tienen vitaminas y minerales. Y recuerda que también puedes encontrar capsaicina en el jengibre y la cúrcuma.
6. Pudieran empeorar las fisuras
Un mito extendido sobre la comida picante es que causa hemorroides, pero un estudio publicado en Diseases of the Colon and Rectum determinó que no es así. Sin embargo, el picante sí tiene un efecto negativo en las personas que sufren de fisuras anales, que son pequeñas rupturas en la piel del ano. Otro estudio encontró que la capsaicina agrava los síntomas asociados a este problema. Por eso, limita su consumo si lo sufres.
7. Tu salud cardiovascular mejorará
Dado que los alimentos con capsaicina, como chiles, jalapeños, pimienta de cayena, jengibre y cúrcuma, tienen propiedades antiinflamatorias, expertos de la Clínica Mayo de Estados Unidos han señalado que son beneficiosos para la salud cardiovascular. La capsaicina ayuda a incrementar el flujo sanguíneo en las arterias, lo que ayuda a bajar la presión arterial y prevenir coágulos de sangre. Por último, los pimientos están llenos de vitaminas A y C, que fortalecen las paredes del corazón.