15 bebidas que te ayudarán a perder peso

Para perder peso, la mayoría de los especialistas coinciden en que se necesitan dos cosas: actividad física y lograr un déficit calórico. Esto es último es, para muchos, lo más difícil. Independientemente del tipo de dieta o estilo alimenticio que se desee seguir, el truco es cuidar lo que comemos y recordar que lo que bebemos también cuenta. Muchas bebidas, como las gaseosas regulares y los zumos industriales, están llenas de azúcar, conservantes y químicos. Por eso, acá presentamos 15 bebidas saludables que, gracias a sus diferentes propiedades, pueden ayudarte a lograr tus objetivos.

1. Agua

Empecemos por lo más obvio, necesario y vital: el agua. Muchas personas, sin darse cuenta, no toman suficiente agua, ¡e incluso confunden la sed con hambre! Beber suficiente agua ayuda a que el metabolismo funcione de manera adecuada, mejora los niveles de energía y promueve la sensación de saciedad, ayudando a que comas menos. Si bien la regla general habla de 2 litros al día, esto también depende de tu nivel de actividad física. Escucha a tu cuerpo, pues la sed es la señal natural de que necesitas hidratarte.

2. Café

La cafeína estimula el metabolismo y aumenta los niveles de energía, lo que ayuda a que quemes más grasa y rindas mejor en tus entrenamientos. Diferentes estudios indican que el café también ayuda a disminuir el apetito y, por ende, la ingesta calórica. Pero recuerda, hablamos del café negro, sin azúcar ni crema. Puedes optar por leche descremada o vegetal y edulcorante. En cuanto a la cantidad, cada persona tiene un nivel de tolerancia distinto a la cafeína, pero unas dos tazas al día es, en general, una medida segura.

3. Zumo de pepino, perejil y limón

Aunque estos tres ingredientes son la base de muchas recetas de los famosos zumos verdes, esta combinación es, simplemente por sí misma, muy beneficiosa. Prepáralo licuando medio pepino, el zumo de un limón, un puñado de perejil y un poco de agua. Trata de no colarlo para que aproveches la fibra y no agregues azúcar. Esta bebida es nutritiva y diurética, y está llena de antioxidantes y vitamina B gracias al pepino.

4. Agua con limón

El alto contenido de vitamina C del limón mejora tus defensas, aumenta la absorción de hierro y potencia el metabolismo. No es una bebida milagrosa, pero sí es una opción genial y muy baja en calorías si no te gusta mucho el agua sola y se te hace difícil lograr consumir la recomendación diaria. Puedes simplemente exprimir un poco de limón en una jarra de agua para tener tu propia agua saborizada. También puedes hervir unos tres limones en un litro de agua por unos minutos y tomar una taza caliente en las mañanas.

5. Té verde

Varios estudios han afirmado que beber té verde regularmente se asocia a una reducción de peso y grasa corporal. Esto se debe no solo a sus antioxidantes (que por sí solos aportan muchos beneficios a la salud), sino por su contenido de cafeína y catequina, que potencian la quema de grasas y aceleran el metabolismo. Si bien cualquier tipo de té verde ofrece estos beneficios, el mejor es el matcha, pues es el que tiene la concentración más alta de estos componentes.

6. Agua de coco

Una taza de agua de coco contiene aproximadamente 50 calorías y está llena de sodio, potasio, calcio, magnesio y fósforo. ¿Te suenan? Son esos electrolitos que las bebidas deportivas afirman reponer. Si no eres atleta de élite ni corres maratones extenuantes, entonces el agua de coco es una opción mucho mejor para ti. Es deliciosa y refrescante, y si la usas para reemplazar otras bebidas más calóricas, te ayudará a perder peso. Elige siempre las opciones sin azúcar o, mejor aún, compra cocos naturales.

7. Yerba mate

La yerba mate se produce en América del Sur y es popular en Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. Tiene un alto contenido de cafeína, que aumenta el metabolismo, y antioxidantes. También tiene propiedades calmantes que son eficaces contra la ansiedad y el hambre emocional. De hecho, influye en los niveles de GLP-1 y leptina, que son las hormonas que regulan las señales de hambre y saciedad, respectivamente. El mate es bastante amargo, así que resístete a la tentación de agregarle azúcar.

8. Té de comino

Sí, hablamos de esa especia tan usada en la cocina asiática. El comino está lleno de timoquinona, un antioxidante que a su vez es antiinflamatorio y regula los niveles de azúcar en la sangre, pues ayuda las células a responder mejor ante la glucosa y la insulina. Si no lo sabías, cuando las células absorben demasiada glucosa, esta se almacena como grasa. Por eso, el agua o té de comino (bien sea sus semillas o en polvo) ayuda a potenciar el metabolismo.

9. Zumo de papaya

Quizás te sorprenda saber que la papaya tiene más vitamina C que otras opciones más conocidas, como la naranja y el limón, así que es excelente para reforzar las defensas. Pero, además, contiene papaína, una enzima que restaura el equilibrio ácido base del organismo, acelerando el metabolismo y la quema de grasas. También es popular por su efecto calmante en casos de trastornos estomacales. Licúala con un poco de agua y no agregues azúcar.

10. Té de hinojo

Las propiedades diuréticas del hinojo se aprovechan muy bien cuando se hace en infusión. Ayuda a aliviar la retención de líquidos y a reducir la indigestión, dos problemas que muchas veces contribuyen con el aumento de peso. Algunos estudios indican que tiene propiedades supresoras del apetito, pero esto no está comprobado. Sin embargo, los dos beneficios que mencionamos son suficientes para que incluyas este té de vez en cuando en tu dieta. Puedes hacerlo tanto con las hojas como con las semillas o el bulbo.

11. Zumo de piña y apio

Se trata de una combinación depurativa. La piña es antiinflamatoria, contiene vitamina C y propiedades diuréticas gracias a la bromelina, una enzima que mejora la digestión. El apio, por su parte, tiene alto contenido de potasio y sodio, que también facilitan la digestión y la eliminación de líquidos y desechos. Solo tienes que licuar una rodaja de piña con uno o dos tallos de apio. No lo endulces.

12. Té de jengibre

Un estudio encontró que beber té de jengibre hizo que los participantes se sintieran con menos hambre y se incrementara el efecto térmico de los alimentos (las calorías que el cuerpo necesita para digerir la comida). El jengibre tiene propiedades antiinflamatorias y un componente llamado gingerol, que mejora los niveles de azúcar en la sangre. Pero si sufres de hipertensión arterial, olvídate del jengibre, porque interfiere con ciertos medicamentos.

13. Zumo de arándanos

Los arándanos están llenos vitaminas A, C y E y manganeso. Son beneficiosos para la salud cardiovascular y combaten las infecciones. Además, contiene ácidos orgánicos que facilitan la eliminación de grasa acumulada, y también tienen mucha fibra, que proporciona una sensación de saciedad. Preferiblemente, compra arándanos y licúalos, pero en el mercado también se consiguen opciones de zumos listos sin azúcares añadidos.

14. Agua de alcachofa

Seguramente te habrás topado en alguna tienda con píldoras y suplementos de alcachofas. Pues el té de esta hortaliza es una opción más natural y económica. Solo debes lavar bien las hojas, hervirlas por 10 minutos y dejar reposar. La alcachofa es diurética y promueve la eliminación de toxinas. Mejora la digestión, y si tomas el té unos minutos antes de comer, promueve la sensación de saciedad.

15. Batido de proteína

Es la única opción no natural de esta lista, pero también es una de las más efectivas. Los batidos de proteína producen una sensación de saciedad que dura más tiempo y también requieren de más energía para ser digeridos, lo que se traduce en que quemas más calorías. Además, la mayoría de las dietas recomiendan aumentar la ingesta de proteínas, y esta es una de las formas más prácticas. La proteína controla la producción de grelina, la hormona que envía señales de apetito. Es importante que leas las etiquetas y elijas opciones sin azúcar ni carbohidratos.